martes, 30 de noviembre de 2010

Autorretrato de un hombre invisible



La luz del atardecer arremolinándose en torno a los charcos;

destello efímero que refleja

tu absoluta falta de importancia.


Te miras en el espejo

como el que mira el reloj sin ganas

y no es capaz de recordar la hora.


Tu propia mirada te traspasa

y a tu espalda puedes ver

las manchas en las baldosas.


Y sin embargo cuando te tocas

tu carne es consistente,

como si sólo estuvieses hecho

para vivir en el tacto.


Quizá si al menos gritaras

alguien podría escucharte.

Cronología aproximada de un desprendimiento

Debí haber llorado y no lloré.

Ahí empezó el proceso,

la sutil erosión de mis párpados.


El tejido destinado

a proteger mi mirada de la luz

fue adelgazando hasta quedar convertido

en algo translúcido como papel de fumar.


Un día, al parpadear,

cayeron a mis pies las pestañas.

Esa noche soñé

con el techo de mi dormitorio,

no he vuelto desde entonces

a soñar con otra cosa.


Nunca hubiera imaginado

que la oscuridad pudiera deslumbrarme.

Estrategias de mineralización



Mi sofá ha aprendido a hacerse porros.

Desde entonces no he conseguido

volver a moverme.


María Lionza, cuando se encarna

en una india desnuda

cabalgando un tapir,

petrifica a todo aquel

con quien fornica.


¿Estaré teniendo

un romance con el sofá?

¿Me habré convertido

ya en una piedra?

Gilipollas comiendo corazón



Al otro lado de las certidumbres se esconde la verdad.

¿Y si mañana se secasen todos los mares de la tierra?

¿Sabría qué hacer el viento con tantos granos de arena?


Mujeres desnudas piden la tanda sin saber que, tan cerca del abismo,

la carne que les den para comer pudiera ser la de sus propios hijos.


Un mundo desquiciado en el que la lluvia

en lugar de mojar deshidrata.


Corazones destrozados por el frío se preparan para convertirse

-previo paso por la sartén-

en trivial pasto para tenedores:

latidos metálicos camino del estómago

de cualquier gilipollas.

El vacío



Busco, estoy buscando

lugares inconcebibles:

la singularidad que yace en el centro

de todo agujero negro;

las dimensiones ocultas

por las que, según ciertas teorías,

se escapa el gravitón;

las grietas entre los diferentes mundos

que forman el multiverso;

la vertiginosa superficie

de una estrella de neutrones;

un hueco junto a tu cuerpo

debajo de las sábanas.

Volver



Con el rabo entre las piernas

como un chucho apaleado,

cargando con todas las pulgas

que le caen a perro flaco;

vuelvo con la piel en barbecho,

el alma en la cola del paro

y la mirada turbia que le dejan

los golpes al boxeador sonado;

vuelvo sin más respuesta

que este refrán mal ladrado:

si naciste pa martillo

del cielo te caen los clavos.

Nostalgia de Saturno



La superficie de Saturno presenta

una densidad menor que la del agua.

La mayoría de sus habitantes

se ahogaron hace tiempo

o aprendieron el difícil arte

de la respiración subterránea.

Los que pudimos huir parecemos bajitos,

es por nuestra tendencia al hundimiento.

A veces, sin previo aviso,

nos da por desaparecer

o parecemos cabezas sin cuerpo

arrastrándose por las aceras.