La literatura como arma para derrotar a la vida. Estúpida presunción. La literatura es el escenario de la lucha, no la espada. El enemigo no es la vida, la vida queda fuera de sus márgenes, no ha sido invitada a esta fiesta.
La vida no existe más allá de las palabras con las que intentamos apresarla. La mímesis es una entelequia, un espejo que en sí mismo se refleja, una ingenua y redundante tautología.
La literatura es un refugio para gladiadores incapaces de abandonar la batalla a pesar de haber comprendido desde el principio que no hay posibilidad de victoria, que la derrota es la única verdad incuestionable.
1 comentario:
Cómo te está sentando el verano, del Valle... Cómo se te evidencian los rasgos... Qué revelador te me apareces... Te escribo siempre desde la pérdida, ya lo sabes... Sabes que se me da muy bien perder... Y ésa es "la única verdad incuestionable". (Me encantó que llamaras a mi blog templo de la palabra. Gracias)
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