La carencia como fenómeno sísmico,
como el rival a abatir.
Uno sólo carece de lo que recuerda;
bastará con una lobotomía
o cualquier otro método quirúrgico
apropiado para inducir la amnesia;
bastará con ir destruyendo los recuerdos
uno a uno y sin excepción,
con ir desmembrándolos hasta reducirlos
a casi nada,
con pisotearlos despiadada e insistentemente,
con hacerlo deprisa y sin llorar.
Los cursos de amputación por correspondencia
están hoy en día al alcance de cualquiera.
jueves, 24 de abril de 2008
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